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24/08/2018
El sedentarismo y la actividad física son opuestos. Esto implica que quienes no realizan ningún tipo de ejercicio tienenmayores posibilidades de sufrir las consecuencias de la quietud: hipertensión, obesidad, problemas cardiovasculares, etc. Muchas veces la rutina diaria de trabajo, estudio o la combinación de ambas, nos llevan hacia un ritmo de vida sedentario poco saludable. Pero afortunadamente, existen múltiples actividades físicas y recreativas que pueden provocar cambios significativos a corto y mediano plazo y, que no implican una gran dedicación.
A continuación, sus principales beneficios:
Otros aspectos importantesa tener en cuenta:
Por más que no se le brinde la importancia que realmente merece, un estudio demostró que un 6% de las muertes mundiales son producidas a causa del escaso ejercicio físico. Este porcentaje es únicamente superado por la hipertensión (13%) y el consumo indiscriminado de tabaco (9%).
Asimismo, aumenta las probabilidades de contraer cáncer de colon y mama, diabetes y cardiopatía isquémica (problema en las arterias).
¿Qué se entiende como actividad física? Es todo movimiento corporal que producen los músculos, que demanda energía y aumenta el metabolismo de reposo (consume calorías).
Dentro de la misma están incluidos los deportes, y otras actividades, como ser: el juego, la realización de tareas domésticas y el baile.
La intensidad es “el esfuerzo que uno pone en realizar la actividad” y, depende de quién sea el que esté realizando el movimiento y de su forma física. Ésta puede ser moderada o vigorosa.
Como ejemplos de actividad física moderada se encuentran caminar lento, realizar las tareas de la casa y bailar; mientras que la vigorosa implica actividades más intensas, como ser correr, nadar y andar en bicicleta de forma rápida.
Es conveniente que los adultos de 18 a 64 años realicen 150 minutos de gimnasia diaria a intensidad moderada, o 75 minutos en el caso de que sea intensa. Además, hay que tener en cuenta que todas las actividadesdeben ser realizadas por al menos 10 minutos.
Las personas que no tienen costumbre de realizar deporte deben ir incrementando su duración, frecuencia e intensidad gradualmente.
Los jóvenes que tienen problemas cardiacos pueden necesitar precauciones adicionales, por lo que se sugiere concurrir a un médico previamente.
Las autoridades encargadas de llevar a cabo políticas urbanas y medioambientales desconocen el cambio que pueden llegar a provocar en las personas más sedentarias o no acostumbradas a realizar actividad deportiva.
Sería idóneo trabajar más en dichas políticas, como ser brindar más accesibilidad y seguridad a los que eligen caminar o andar en bicicleta, o acondicionar espacios donde los jóvenes puedan disfrutar de su tiempo libre, realizando actividad física.
Es de público conocimiento que las mejores actividades físicas son las que se realizan diariamente, como subir escaleras, hacer las tareas del hogar o realizar las compras. Igualmente, se recomienda incluir en la rutina ejercicios programados a baja intensidad, ya que la actividad física sin planeación puede producir los efectos contrarios.
Los profesores deben proponer cursos que incrementen el tiempo de recreación. Asimismo, estos programas deben ser incluyentes, permitiendo tanto a mujeres como a hombres realizar una misma actividad; brindar igualdad a los discapacitados y buscar la eliminación de la discriminación de otras culturas y etnias.
Es trascendental promover una educación en el deporte, de modo que la toma de conciencia sobre las ventajas de realizar actividad recreativa formará posturas críticas sobre el sedentarismo, pudiendo también promover esto en la sociedad.
Sería importante mejorar la educación y especialización en recreación. Para ello, se requiere tener investigadores instruidos, capaces de identificar los beneficios, desarrollar nuevos modelos y evaluar resultados.
Fuente: Universia Argentina